Fuimos fieles a la tradición y, para celebrar el fin de este curso y el inicio de un enorme verano, volamos hacia la isla. Todo lo que nos habían dicho era verdad: mucha playa, fiesta, jóvenes, alemanes, sol, DIVERSIÓN.
Pero todo acaba y ya estamos aquí. Se echa de menos todo aquello, pero también se agradece el agua potable, nuestra querida camita y la comida de mamá.