jueves, 14 de abril de 2011

DIECIOCHO

Todo llega. Creo que vivo en una contradicción: la del tiempo. Por una parte llevo meses contando los días que me quedaban para cumplir los dieciocho, para ser mayor de verdad. Poder conducir, salir legalmente o votar. Pero por otra, quizás la más grande, me da miedo cumplir años, crecer. Me encantaría seguir siendo la niña que se divertía pisando charcos o saltando olas, la pequeña que daba todo por una piruleta y que era feliz por cualquier tontería. Afortunadamente, creo que esa niña sigue dentro de mi. Sólo hay que ver la ilusión que me han hecho dos globos enormes y una tarta de queso a las 7:00 de la mañana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario